Cómo gestionar tus finanzas para evitar problemas de liquidez: Claves para pequeñas empresas y autónomos

Te explicamos cómo organizar tus finanzas para evitar caer en problemas de tesorería y -sobre todo- cómo prepararte para los imprevistos.

En KV Gestiones entendemos que una de las mayores preocupaciones para pequeñas empresas y autónomos es gestionar adecuadamente la liquidez, es decir, contar con dinero suficiente para cubrir los gastos del día a día. En este artículo, te explicamos cómo organizar tus finanzas para evitar caer en problemas de tesorería y -sobre todo- cómo prepararte para los imprevistos.

1. Divide tu dinero según sus usos

Es importante asignar desde el principio un propósito a cada euro que entra en tu cuenta. Por ejemplo:

  • Gastos corrientes: Salarios, alquiler, suministros, etc.

  • Provisión para impuestos: Una parte de tus ingresos pertenece a Hacienda, así que aparta ese dinero desde el principio.

  • Ahorro para imprevistos: Reserva una pequeña cantidad como colchón financiero para emergencias.

  • Reinversión en tu negocio: Destina algo para mejorar tus herramientas, tecnología o marketing.


Separar estos "bolsillos" te ayudará a evitar gastar dinero que en realidad necesitas para otras cosas.

2. Planifica tus pagos e ingresos

Un error muy común es gastar sin tener claro qué pagos importantes tienes que hacer en el futuro. Para evitar esto, puedes:

  • Hacer un calendario de pagos: Apunta fechas clave como impuestos, seguros, facturas o nóminas.

  • Prioriza las deudas esenciales: Si tienes que elegir, asegúrate de cubrir primero los gastos indispensables para que tu negocio siga funcionando.

  • Negocia plazos con proveedores: Muchos estarán dispuestos a acordar fechas más cómodas para ti si lo planteas con antelación y cumples con tus compromisos. Crear una buena reputación ante las aseguradoras de crédito, bancos y demás organismos es fundamental para tu crecimiento.

  • Hacer un calendario de cobros: Tan importante como pagar en tiempo y forma es cuidar la gestión de nuestros cobros. Sé claro con tus plazos de ventas y organízate para hacer seguimientos semanales de los cobros en el tiempo pactado.


3. Sé prudente con la financiación externa

Aunque las líneas de crédito o préstamos pueden ser útiles, es importante utilizarlas de manera estratégica:

  • No te endeudes más de lo necesario: Si recurres a una línea de crédito, úsala para cubrir desajustes puntuales y no para financiar toda tu operación diaria.

  • Analiza bien las condiciones: Antes de aceptar cualquier financiación, revisa las tasas de interés y las comisiones para asegurarte de que es una opción sostenible en el tiempo y conveniente.

4. Revisa tus gastos recurrentes

Es común que los pequeños negocios acumulen suscripciones, herramientas o servicios que ya no utilizan pero que siguen pagando. Haz una lista de ellos, súmalos en cálculo anual, tómate el tiempo para revisarlos y elimina aquello que no aporta valor real a tu negocio.

5. Anticipa tus impuestos

Uno de los errores más frecuentes es no preparar el dinero necesario para pagar los impuestos a tiempo. ¿El resultado? Acumulación de deudas y multas. Para evitarlo:

  • Haz provisiones mensuales: Guarda un porcentaje de tus ingresos cada mes para cubrir IVA, IRPF o el Impuesto sobre Sociedades.

  • Consulta con un asesor: Alguien con experiencia puede ayudarte a optimizar tus pagos y evitar sorpresas desagradables.

6. Construye un colchón financiero

Imprevistos como una caída en las ventas o un gasto inesperado pueden poner a prueba la salud de tu negocio. Por eso, tener un ahorro equivalente a dos o tres meses de gastos fijos te permitirá operar con tranquilidad.

Resumiendo: organiza, prioriza y planifica

Gestionar las finanzas de tu negocio no tiene por qué ser complicado, pero sí requiere algo fundamental: un poco de orden y visión. Sabemos que, como emprendedor o pequeña empresa, muchas veces te lanzas al ruedo con más ganas que planificación. ¡Y está bien! Es parte del proceso de crecer. Pero para que tu negocio no solo sobreviva, sino que realmente escale, es clave entender cómo cuidar cada euro que entra y sale de tus cuentas. Dedica tiempo a organizarte, priorizar tus recursos y mantener un pequeño margen de ahorro. Con estas bases y el acompañamiento adecuado, puedes llevar tu proyecto al siguiente nivel. 😉